Pasturas y algarrobos cubren suelos que fueron degradados en el extremo oeste

Un ambicioso proyecto se encuentra en franco desarrollo en el extremo oeste provincial, y por demás auspiciosos son los primeros resultados de recuperación de suelos degradados (plazuelas) en el Chaco Semiárido, tanto con implantación de algarrobo y lotes de forrajes, para así tener la disponibilidad de alimento para los animales en época de bache forrajero.
Realmente “valioso” es el recurso humano de técnicos docentes y estudiantes de la escuela agrotecnica 10 de El Quebracho que están trabajando en campos de productores de la zona de El Chorro en esta estrategia.
Este programa tiene su progreso a través de un acuerdo con el ministerio de Producción y Ambiente, y de acuerdo a lo explicado por la coordinadora de actividades practicas de las escuelas agrotécnicas del extremo oeste, las numeros 9,10 y 11, Natalia Lupia, la labor se extendió al predio de tres productores del departamento Ramón Lista.
Asimismo detalló que los ambientes degradados, comúnmente denominado plazuelas, antiguamente fueron zonas con pasturas , que como consecuencia del sobre pastoreo y efectos de la erosión eólica e hídrica se transformaron en ambientes con escasa vegetación y grandes zonas de suelo desnudo.
Lo que se trata de hacer es volver a cubrir ese suelo, primero con pastura y luego para enriquecerlo y aportar materia orgánica lo combinamos con leguminosas.
En ese sentido, resaltó la importancia del proyecto ya que “según datos de relevamiento territorial de la provincia, las plazuelas cubren 106 mil hectáreas de suelo lo que representa un 28% de la superficie total del departamento. Se mostro muy satisfecha por los resultados obtenidos con la cobertura de las pasturas y con el desarrollo del algarrobo ya que “ambos tienen muy buena germinación. Esa pastura les sirve a los productores para alimentar a sus animales en el periodo invernal”.
Revelaron que una faceta importante es “poder animar a los productores, aun reacios a cambios de hábitos productivos, para lo cual sus jóvenes hijos están contribuyendo a modificar prácticas, y señalan que los exitosos alcanzados permiten alentar a los demás a que se puede potenciar la rentabilidad de sus campos”, expuso un estudiante aborigen.
“El pasto implantado en lo que fue el peladar ha rebrotado muy bien. Se utilizaron implementos como el disco y cincel para sembrar luego lotes con pasturas como el buffel y el gatton, para así determinar el mejor laboreo que se adapta a la zona, porque de otra manera no hay germinación”, se explico.
Reconocieron los docentes que en este ciclo tuvieron una cantidad de precipitación atípica con mucha lluvia, lo que “emparejo la germinación y la evolución de la pastura”, y el “cincel es el implemento más apropiado para penetración de la humedad”.
El ministro de la Producción y Ambiente, Raúl Quintana explico que ese cincel fue fabricado para la Pampa Húmeda, por lo que se lo modifica con mecánica local y así poder penetrar de la mejor manera la “escara” de cobertura que poseen los peladares improductivos donde brotan ahora las primeras hectáreas de pasturas.
No se toco el monte nativo, sino que se avanza sobre el suelo naturalmente deforestado por el sobre pastoreo que se produjo en esa región décadas pasadas y que modifico aquellos épocas de praderas fértiles. El gobernador le señalo la importancia de cuanta carga de animal se dispone en el campo, ya que introducir tantas cabezas de hacienda llevo a que en esa región que antes estaba cubierta de pasto se vea invadida de plazuelas cubriendo más de 106 mil hectáreas.
30% de peladares
Fue subrayado el 90% de sobrevivencia de las especies implantadas, puntualizándose que el departamento Ramón Lista cuenta con 382537 hectáreas, de las cuales un 30% (106246 hectáreas) lo constituyen peladares, en tanto que 109 mil hectáreas son de bosque alto, 127 mil hectáreas de bosque bajo y 35 mil hectáreas de arbustos.
“Con estos datos se modifico la propuesta de ordenamiento territorial, dado que los criollos pedían aumentar la superficie de cambio de uso del suelo, que es lo que se hará, pero sobre los peladares y sin tocar el bosque, que es lo que hace que toda esa región no sea un desierto”, expuso Quintana.
Significaron el cambio respecto a un año atrás cuando el propietario del campo se mostraba escéptico y resistente a cerrar el predio y ponerlo a disposición de la experiencia de incorporar pasturas, dado que se le proponía implantar en un terreno que parece un pavimento, por lo que consideraba imposible que prosperara la idea”.
Quintana sostuvo que habrá un apoyo permanente del estado en semillas, alambres, herramientas y soporte tecnológico, y en todo esto escuelas agrotécnicas como la de El Quebracho son fundamentales, sobre todo esta que es ejemplo, sobre todo por el recurso humano.
Innovando
Las labores de plantación con algarrobo en la zona cuentan con el apoyo de un nuevo sistema para zonas áridas y semiáridas, llamado Waterboxx, es una solución innovadora para la crianza de plantas que garantiza la supervivencia al primer año superior al 90%.
Waterboxx recoge el agua de la condensación nocturna y de las lluvias ocasionales para regar, en pequeñas dosis, el interior de la planta. El recipiente además evita que el agua se evapore y protege a las raíces del sol y de las inclemencias del tiempo o pequeños animales, lo que facilita el crecimiento de los árboles.
El innovador instrumento está encaminado a incrementar el porcentaje de arraigo de las plantas a introducir en forestaciones, vinculando éste principalmente a la disposición de agua más o menos permanente sobre la plántula recién instalada.
El sistema consiste en un cuerpo circular que alberga unos 15 litros de agua, con una tapa en forma cónica invertida, de manera que toda el agua de escorrentía que acapara la tapa escurre sobre el interior del habitáculo. Para los casos de precipitaciones extraordinarias, el dispositivo cuenta con una válvula de llenado, que expulsa el agua alrededor del mismo. El centro del habitáculo está hueco, permitiendo el desarrollo aéreo de dos plántulas.
El sistema ha funcionado con éxito, donde los árboles de algarrobo plantados con Waterboxx han conseguido un ratio de supervivencia de entre el 80 y el 90 %, donde los árboles plantados sin Waterboxx apenas llegaban al 5 % de supervivencia.