CONMOVEDOR TESTIMONIO
Una mujer clorindense, de 42 años, brindó testimonio sobre cómo fue el proceso desde recibir el diagnóstico de cáncer de mama, la angustia de saber que no contaba con obra social, el ingreso al Programa de Detección Precoz de Cáncer, el tratamiento y la inmensa alegría de saber que logró superar la enfermedad.
Se llama Analía Verónica Medina, luchadora incansable si las hay. Hoy, es referente en su ciudad sobre el tema cáncer de mama y a través de los medios de comunicación intenta difundir su historia de vida y crear conciencia sobre la necesidad de realizarse controles tempranos, sobre la autoexploración y sobre el trabajo que se realiza desde la salud pública en Formosa, que ella califica como “único” en la región.
El 27 de abril de 2016 le detectaron Cáncer de Mamas. En ese momento sintió que el mundo se le venía abajo. No tenía obra social pero sí una idea de lo costoso que es el tratamiento para esa enfermedad. Sin embargo, asegura que desde el mismo momento en que recibió el diagnóstico en Clorinda fue derivada a Formosa con turno programado y desde ahí, una vez dentro del programa de Detección Precoz del Cáncer de Mama no estuvo sola “ni un solo día”.
“Pude darme cuenta que algo pasaba gracias a la autoexploración. Sentí un bulto en una de mis mamas entonces fui al Hospital para hacerme una mamografía. Sin dudas fue devastadora la noticia de que tenía cáncer, pero ese maravilloso equipo humano de la salud pública formoseña no dejó que me diera por vencida”, relató.
De ahí fue derivada al Hospital de la Madre y el Niño e inmediatamente comenzó con el tratamiento.
Analía, de manera gratuita y con una planificación estricta, recibió 24 sesiones de quimioterapia, 66 aplicaciones de rayos y se operó. En ningún momento fue fácil ni mucho menos placentero, pero salvó su vida y ella lo valora. “Agradezco tanto a los oncólogos, a los psicólogos, a todos. Pese a que no tenía obra social llegaba y me atendían muy bien, es increíble, por eso hoy me considero una defensora de nuestro sistema de salud provincial porque tengo parientes en otras provincias y puedo asegurar que nada que ver”, expresó.
En la actualidad, con la tranquilidad de saber que superó la enfermedad, se realiza controles cada seis meses y “todo es positivo gracias a Dios”.
“Tuve la suerte de nacer y criarme en Formosa, y digo eso porque los tratamientos que recibí fueron todos gratuitos, no sólo para mí sino para todas las personas que allí estaban atravesando la enfermedad. No solo fui contenida por doctores, oncólogos, enfermeros, psicólogos, sino por todos los profesionales que tenemos en el programa que son excelentes”, dijo.
“Dar mi testimonio no es victimizarme”
Analía regala su testimonio de vida para crear conciencia en otras personas. Es así que recomienda a todas las mujeres realizarse la autoexploración y ante cualquier duda no dudar en acudir al médico para realizarse análisis. En ello, recomendó el trabajo que se realiza en el Hospital de la Madre y el Niño.
“De esta manera les digo que tengamos la fe, la esperanza y la confianza en nuestros doctores. En nuestra provincia tenemos el mejor sistema de salud en cuanto a detección, prevención y atención del cáncer de mamas”, manifestó.
“Dar mi testimonio no es victimizarme. En nuestra provincia contamos con un sistema público de salud único y lo digo porque tengo parientes en otras provincias y me cuentan que la situación es distinta. Acá automáticamente desde que me detectaron hasta el día de hoy sigo controles estrictos, medicación exacta y todo de diez”, contó.
También recalcó que es “muy importante que la gente sepa que el proceso no es fácil pero que te salva la vida. Yo estaba pelada, usaba pelucas pero nunca dejé que me gane la enfermedad. No tenía obra social y esos remedios carísimos no los hubiera podido comprar. Todo lo conseguí gracias a la provincia, por eso me molesta mucho cuando critican al sistema de salud de Formosa, tenemos un sistema de salud único, cuando hablo de cáncer de mama no me canso de decirlo”, refirió.
Para finalizar, reiteró que se siente sumamente agradecida con “un montón de personas”, más aún porque en medio del proceso de tratamiento contra el cáncer tuvo la desgracia de perder a su madre. Fueron momentos de suma tristeza e impotencia en que Analía se sentía desconsolada, intentó dejar el tratamiento pero reconoce que gracias a los médicos y psicólogos pudo continuar y hoy está con vida, recordando con profundo amor a su mamá, porque eso es lo que ella hubiera querido: una hija viva, sana y feliz.
“Son un montón de gente a quien quiero agradecer por darnos la posibilidad de tener una buena vida y cobertura de salud gratuita, en especial al ministro Décima, a nuestro gobernador Insfrán que se preocupa y ocupa de todos”, finalizó.